La situación por la que estamos atravesando suele traer consigo síntomas de ansiedad, cambios de humor y problemas de relacionamiento. Dentro de las causas, podemos identificar:
- Pérdida de rutina: Falta de un patrón de actividad al que el cuerpo está acostumbrado.
- Poco contacto social: Pérdida de vínculos e interacción por miedo al contagio.
- Ideas irracionales: Preparación ante una catástrofe inminente.
- Malos hábitos alimenticios: Pérdida de una dieta equilibrada por encierro y recursos limitados.
- Miedo e irritabilidad: Sentimiento de encierro.
- Falta de estimulación: La actividad intelectual es un factor protector.
- Mal descanso: Sueño desajustado que provoca alteraciones cognitivas y emocionales.