Desde la segunda mitad del siglo xx, la Medicina ha sufrido profundos cambios gracias a la incorporación de importantes avances científicos y tecnológicos que han permitido entre otros:
- Salvar la vida a bebés prematuros, vientres de alquiler, fecundación asistida.
- Prolongar la vida de los ancianos.
- Sustitución de la función de algunos órganos y sistemas gravemente enfermos: diálisis renal, terapia intensiva, transfusiones.
- Avances en cirugía: sustitución de órganos (transplantes), de articulaciones (prótesis), cambios en la fisonomía (cirugía plástica y estética), cirugías prácticamente sin cortes (laparoscopía, robótica)
- Avances en salud cardiovascular: resucitar a personas que mueren en forma súbita: reanimación cardio-vascular – DEA), desobstrucción de arterias o su sustitución.
- Alivio o supresión del dolor (anestesia, analgesia, fármacos)
- Combatir tumores y problemas autoinmunes con proteínas sintéticas o moléculas que actúan como “misiles”
- Avances en ciancia genética: estudio del mapa genético, terapia génica, y descubrimientos en clonación de células, tejidos, órganos (y tal vez, de seres humanos).
Al mismo tiempo, la sociedad fue experimentando profundos cambios:
- En el mundo del trabajo: sustitución de hombres por máquinas tanto en la industria como en el campo, concentrando las fuentes de trabajo en el área de los servicios interpersonales
- Económico – sociales: disminución de la clase media profundización de la brecha entre ricos y pobres, globalización, fuerte crecimiento, grandes crisis , permanentes conflictos, escandalosas desigualdades.
- Cambios revolucionarios en las comunicaciones, en las relaciones laborales, en la integración familiar, la educación, la cultura.
Actualmente sufrimos crisis de valores, priorización del tener sobre el ser, de los derechos por sobre las responsabilidades… al mismo tiempo en que muchos ciudadanos responsables ponen especial énfasis en el pluralismo democrático y en la defensa de los derechos humanos, especialmente de aquellos grupos o personas considerados “vulnerables” o minorías.
Así muchos ciudadanos anteponen la libertad a la vida, y calidad de vida a larga vida, mientras otros se aferran desesperadamente a lo poco que les queda, porque aún le quedan cosas por hacer, porque esperan un milagro de su Dios, ó porque esperan de la ciencia lo inesperado.
Estado
A nivel de los Estados, se ponen en evidencia fuertes contradicciones entre la Salud como Derecho Humano – inherente a todos sus habitantes consagrado en la Constitución; y la Atención Sanitaria – que necesita ser financiada , ya sea por el mismo Estado (a través de Rentas Generales); o ser considerada un bien de consumo: “Ley de defensa del Consumidor” (Ley Safir en Uruguay) u otras formas de financiamiento (trabajadores y empresarios a través de sus aportes al BPS- FONASA), o Pre-pagas privadas (Seguros privados)
La forma de relacionarse los ciudadanos entre sí, también ha sufrido profundos cambios tanto en el ámbito familiar como en el social, donde “la etiqueta y el protocolo en muchos casos ha dejado el lugar a indiferencia, irreverencia, o diferentes formas de violencia” (Dr. Antonio Turnes)
Relación médico-paciente
La relación personalizada con el médico está siendo poco a poco sustituida por una relación más o menos abstracta entre el paciente y la organización o empresa que ofrece servicios terapéuticos y de la que el medico suele ser dependiente. Pasó de ser “el encuentro entre una confianza y una conciencia” (Portes), a “ la prestación sanitaria que un usuario exige como derecho adquirido por contrato, establecido y regulado por el estado”.
El médico paulatinamente pasó de ser un profesional independiente, con nombre y prestigio propios, a ser “un trabajador de la salud”, más o menos anónimo, funcionario a sueldo de una Institución donde cumple un Rol determinado, sujeto a jerarquías , protocolos de procedimientos, cartilla de prestaciones”, y “ utilizado” por la autoridades sanitarias para recabar todo tipo de informaciones, muchas veces no directamente relacionadas al acto clínico, que entorpecen la relación clínica, llenándola de un contenido burocrático que quita tiempo y forma a una “comunicación efectiva”.
La Industria Farmacéutica
Por otro lado, la Industria (productora de fármacos y de aparatos diagnósticos/terapéuticos, tan necesaria para el progreso científico – tecnológico), presiona a una medicina centrada en la enfermedad, muchas veces con sobrediagnóstico, o encarnizamiento terapéutico.
La relación terapéutica que antes era de confianza personal, se ha transformado en una prestación de servicios por parte de una organización. La confianza se ha trasladado desde las personas a las organizaciones, no se confía hoy en los individuos sino en los sistemas expertos donde los individuos se desempeñan.
Efectos
Este fenómeno, que es posible constatar en muchas esferas de la vida, ha producido dos efectos en el ámbito del quehacer médico:
- Por una parte los tiempos morosos y lentos de la relación terapéutica clásica han sido sustituidos por la rapidez que exige la organización empresarial (mayor número de consultas en los sistemas de Urgencia y Emergencia, tanto hospitalarios como pre-hospitalarios).
- Y la enfermedad, de ser un fenómeno que atrapa la totalidad de la persona del paciente, ha pasado a ser una cuestión que se concibe como algo meramente corporal.
Sistemas de responsabilidad
Por otra parte se produce una expansión de los sistemas de responsabilidad.
- Liberado de todo compromiso o confianza personal hacia el médico, el paciente que se ve o se siente defraudado, con razón ó sin ella, recurre entonces a las reglas legales.
“La relación terapéutica hasta hace poco de confianza personalizada, comienza entonces a juridificarse, como ocurre con casi todas las actividades de la vida en las sociedades modernas”
Carlos Peña- Rector Universidad Diego Portales – Chile
- El Uruguay ha participado de la historia contemporánea con profundos y revolucionarios cambios en el ámbito de la salud, tanto asistencial como educativa; con períodos de crecimiento y desarrollo ejemplares, (Hospital de Clínicas, Sociedades de Socorros Mutuos, Casmu, Femi ) y otros de profunda crisis y cierre de servicios con pérdidas irreparables para toda la sociedad.
“Siempre inmersos en una profunda iniquidad territorial donde las posibilidades de acceso a una prestación de calidad es inversamente proporcional la distancia de residencia del Ciudadano al Obelisco de Montevideo.”
Luigi Cavalieri
La Facultad de Medicina pasó de igual forma por un período de crecimiento y esplendor (grandes Profesores que formaron escuelas mundialmente reconocidas, donde becarios de toda América fueron formados) a períodos vergonzosos (1973-1985) donde por razones políticas se expulsó al exilio (o a la muerte, o a la cárcel) a gran parte de los mejores profesores (y otros tantos que dignamente renunciaron en forma solidaria con los destituídos “por la honda repercusión que sobre la tarea docente y de investigación significaban dichas destituciones”), desarticulando toda una estructura de investigación y de educación de alta calidad, con pérdidas irreparables cuya repercusión hoy aún lamentamos (y muchas veces, no entendemos).
A pesar de todo, el país fue saliendo de la profundidad de la crisis, en principio en forma desordenada “sálvese quien pueda”, y poco a poco en forma más organizada y con mayor solidaridad, creando nuevos sistemas de organización:
- SNIS: Sistema Nacional Integrado de Salud
- Sistemas de financiamiento: FONASA , FNR: Fondo Nacional de Recursos
- Sistemas de control ético de la actividad médica: Colegio Médico Nacional, con colegiación obligatoria y excluyente.
Queda pendiente, y es responsabilidad de todos los Ciudadanos , un cambio en el “modelo” de atención, pasando de una medicina curativa, a una medicina preventiva, y de una medicina basada en la enfermedad y en la tecnología, a una medicina centrada en la persona.
Ello implica la incorporación a la historia clínica del paciente de sus datos biográficos y de sus preferencias, creencias y sistema de valores.
Desde agosto de 2008 existe la Ley de Derechos de los Usuarios y Pacientes de los Servicios de Salud (Ley 18.335) que pauta las obligaciones de los Servicios y de los Profesionales, y los derechos de los Usuarios o Pacientes.
Dicha Ley fue reglamentada por el Poder Ejecutivo en setiembre de 2010, introduciendo una serie de pautas que tienen que ver con la aplicación cotidiana de los principios de LA BIOÉTICA:
Principio de no maleficencia (no hacer daño)
Principio de beneficencia
Principio de autonomía
Principio de justicia
En la práctica médica, en el contexto de la complejidad de la relación clínica, surge tomas de decisiones difíciles, derivadas del pronóstico de cada caso, de los objetivos terapéuticos, del uso de la tecnología, de los deseos del paciente y de los recursos disponibles.
Existen varias respuestas adecuadas, jurídicamente válidas y moralmente correctas, para una misma situación.
Los Comités de Ética Asistencial (CEA) aparecen entonces como instancias de consulta que emiten informes orientadores para quien los solicita: Médicos, Enfermeras, Jefes de Servicio o Pacientes.
Se entiende por Comité de Ética Asistencial (CEA) “ a toda comisión consultiva e interdisciplinar al servicio de los Profesionales y Usuarios de una Institución Sanitaria creada para analizar y asesorar en la resolución de los conflictos éticos que se producen a consecuencia de la labor asistencial y cuyo objetivo es mejorar la calidad de dicha asistencia sanitaria” (Azucena Couceiro)
El Comité de Bioética no juzga, su función es de estudiar el caso planteado en forma sistematizada y exhaustiva, reflexionar, dialogar, detectar problemas éticos en los enfrentamientos en el momento de la toma de decisiones.
Nunca se tiene certeza y las recomendaciones se toman necesariamente analizando los resultados probables de cada alternativa siempre teniendo en cuenta los valores del paciente y su familia, del contexto social y de las leyes imperantes.
SUS INFORMES NO SON VINCULANTES
Esto significa que si bien el Comité estudia en profundidad el caso, y hace recomendaciones, ello no obliga a los implicados directamente en el asunto a seguir esas recomendaciones, asumiendo cada uno su responsabilidad, que en ningún modo puede ser sustituida y/o asumida por el comité.
Los Comités de Bioética nunca actúan como Tribunales Deontológicos; para eso está el Colegio Médico Nacional; no juzgan la conducta de los profesionales, no actúan en casos de mala praxis médica, ni en asuntos gremiales.
FUNCIONES DE LOS COMITÉS DE ETICA ASISTENCIAL
1. EDUCATIVA
- Promoviendo ante la dirección del servicio de salud y ejecutando, con su aprobación, programas y acciones de difusión y capacitación en los temas de Bioética y calidad integral de la atención dirigidos a trabajadores de la salud, usuarios y pacientes.
- Su primera función es la educación del personal sanitario y de los usuarios en temas de bioética y calidad integral de la atención. (Comenzando por una sólida y permanente auto-formación de los miembros del Comité)
- A tales efectos fomentarán jornadas de reflexión y debate, cursos y talleres sobre la integración de los aspectos bioéticos, y de calidad humana con lo técnico – científico y sus avances.
2. CONSULTIVA
- Asesorando a la Dirección Técnica del servicio de salud en los asuntos de Bioética y calidad integral de la atención que la misma someta a su dictamen por iniciativa propia, a solicitud de los trabajadores de la salud de la institución o de los usuarios (a través de las oficinas de atención al usuario), tanto en casos retrospectivos como prospectivos.
- Esta actividad puede contribuir a la resolución de los propios problemas planteados a los distintos efectores de la salud, y a una mejora de la calidad de atención.
- La Comisión de Bioética Institucional tendrá independencia técnica dentro de su institución para asesorar y hacer propuestas a la dirección.
- Excepto cuando la Ley disponga lo contrario, los asesoramientos y dictámenes de las Comisiones de Bioética tendrán el carácter de recomendaciones no vinculantes.
3. NORMATIVA
- Asesorando a la dirección técnica del servicio de salud, a su solicitud o por iniciativa propia, en materia de documentos y procedimientos institucionales relacionados con la Bioética, tales como consentimiento informado, derechos y deberes de usuarios y pacientes, y elaboración de guías de Bioética para su aplicación en problemas de esa naturaleza que se presenten en la institución. (Esta función es la más compleja que asume una comisión, debido que exige una sólida formación personal y de consolidación como grupo.)
4. OTROS
- Crear espacios de reflexión y deliberación abiertos a los profesionales y a la ciudadanía.
Miembros del Comité de Bioética Asistencial
- Dra. Silvia Costa
- Dr. Rodrigo Cabrera
- Dra. Gabriela Volonté
- Dra. Fabiana Pérez
- Tec. en Registros Médicos Karen Rotela
- Lic. en Psicología Patricia Tarocco
- Lic. en Psicología Mariela Grosso