Cada 28 de julio se celebra el DÍA MUNDIAL CONTRA LA HEPATITIS para concientizar a la población sobre estas enfermedades, ese día en honor al Profesor Blumberg quién descubrió el virus B y nació un 28 de julio (1925).
Más de 300 millones de personas en el mundo están infectadas por los virus de la hepatitis B (VHB) y C (VHC) que comparten vías de transmisión como son la sanguínea y sexual. Juntas, causan 1.4 millones de muertes por año, y lo más grave de todo es que menos del 20 % saben que la tienen.
El lema de este año POR UN FUTURO SIN HEPATITIS apunta a la prevención de la transmisión vertical (madre-hijo) del virus B, ya que hay una vacuna segura y eficaz para prevenir esta infección en los recién nacidos la cual reciben solo el 40% de los niños del mundo al nacer.
Existen 5 cepas principales de virus que causan hepatitis: A, B, C, D y E. El VHA y VHE comparten vías de transmisión (fecal-oral), y el VHB y VHC también (sanguínea y sexual).
-La hepatitis A es la hepatitis “común”. Se transmite cuando una persona que nunca la tuvo y que no está vacunada, come alimentos o bebe agua contaminados por heces de una persona infectada por este virus. Por tanto esta infección está asociada al saneamiento deficiente y la mala higiene personal. Es una de las infecciones de transmisión alimentaria más frecuentes. A diferencia de los otros virus, la hepatitis A no causa enfermedad hepática crónica y rara vez es mortal, salvo en casos fulminantes que son menos del 1%. Genera inmunidad de por vida y existe vacuna la cual está incluida actualmente en nuestro esquema de vacunación. Su prevención incluye un adecuado sistema de abastecimiento de agua potable, eliminar las aguas residuales de la comunidad y una correcta higiene de manos antes de comer y después de ir al baño.
-El virus de hepatitis E comparte vía de transmisión con el virus A (fecal-oral) y también se transmite por ingestión de carne o productos cárnicos poco cocinados de animales infectados (como el hígado de cerdo) por lo cual sería también considerada una zoonosis. Se calculan 20 millones de casos por año, de los cuales un bajo porcentaje solamente presenta síntomas. Es particularmente grave en la embarazada. No existe tratamiento específico. Su prevención la misma que para el VHA, y evitar el consumo de carnes especialmente de cerdo poco cocida.
-Las hepatitis por virus B y C representan un importante problema de salud a nivel mundial. Ambas se pueden cronificar y conllevan un alto riesgo de muerte por cirrosis y cáncer de hígado. En la actualidad la cirrosis por virus C es la indicación más frecuente de trasplante hepático en adultos. Estas hepatitis crónicas cursan mayormente asintomáticas, lo cual dificulta su diagnóstico. Respecto al VHB, este se puede transmitir de la madre al niño durante el parto (transmisión perinatal) o de modo horizontal en el entorno doméstico (por exposición a sangre infectada). Cuanto más joven se adquiera la infección, mas riesgo de pasar a la cronicidad (90% en neonato y 5-10% en el adulto). Existe una vacuna segura y eficaz que confiere una protección del 98% al 100% contra la enfermedad, a diferencia del VHC, para el cual no hay vacuna pero sí tratamiento antiviral con una alta tasa de curación también en torno al 98%. En caso del VHC, el riesgo de pasaje a la cronicidad es mucho mayor (>70%). Ambas se transmiten por contacto con sangre a través de compartir agujas en caso de adicción a drogas i/v, de tatuajes y piercings realizados con material no descartable, y por contacto con fluidos corporales como el semen y el flujo vaginal a través de las relaciones sexuales sin protección.
-En el caso del virus D, este requiere la presencia del virus B para poder existir, por lo que comparten vías de transmisión. Su frecuencia es baja y la coinfección de ambos causa una hepatitis más grave y con peor pronóstico. Su prevención por tanto, es también la vacunación para la hepatitis B.
¿Un mensaje final en este día? Es posible eliminar las hepatitis víricas de aquí a 10 años como aspira la OMS, ¿cómo? vacunando a todos los recién nacidos para la hepatitis B, estudiando a todas las embarazadas y a todas las personas de riesgo (adictos a drogas, reclusos, etc.), previniendo así también sus complicaciones como el cáncer de hígado.
Dra. Carla Bianchi
Hepatóloga
Gastroenteróloga